Autenticación con biometría de voz

El reconocimiento de voz es uno de los sistemas que está adquiriendo más importancia a la hora de verificar de manera efectiva la identidad de una persona. Aunque suene sencillo (y lo sea para los usuarios finales), está basado en procesos muy complejos que aúnan Inteligencia Artificial (IA), Machine Learning y otras tecnologías punteras.

Este servicio, de hecho, aporta mucha más seguridad a los procesos en los que se ven implicados los datos de las personas, gracias a su capacidad de cribar y relacionar un timbre y un tono específicos (cada persona tiene su propia voz) a una información sensible que necesita de la máxima protección. Además, facilita a su vez los procesos en el ámbito empresarial.

De entre las nuevas tecnologías, ¿qué es el reconocimiento de voz? Lo que capacita a una máquina para interpretar un sonido recogido y extraer las particularidades de una voz. Este habilita añadir características de seguridad relacionadas con la biometría de voz. Aunque se parece mucho al reconocimiento del habla, no es lo mismo: el segundo se encarga de detectar palabras y frases, es decir, el contenido de lo que se dice, y no le da importancia al ‘vehículo’ que transmite órdenes o dicta, que es la voz.

Cuando un usuario habla, por ejemplo, a su teléfono para comprobar su identidad digital, este registra el sonido y, gracias a un proceso en el que se chequea este con otros de manera automática (gracias al Machine Learning) asocia esas diferencias únicas (los denominados vectores biométricos) de cada individuo con las de ese sonido. Esto convierte a esta tecnología en una de las más seguras para salvaguardar los datos personales, ya que trasciende la posibilidad de descifrar una contraseña con algún software malicioso.

Aunque su uso más extendido es el de desarrollar motores biométricos para verificar la identidad de un usuario (en aspectos tan delicados como puede ser la comprobación de este a la hora de realizar una transferencia bancaria), la tecnología de reconocimiento de voz abarca otros ámbitos también a tener en cuenta: Fintech; educación en línea; seguros; telecomunicaciones; servicios (agua, luz, gas), o, en un futuro, para la telemedicina.

Especialmente útil en el ámbito empresarial, ya que este permite vincular estos aspectos biométricos de una voz a un cliente en cuestión de milisegundos y con una efectividad casi del 100%. Es, por tanto, un sistema que ahorra tiempo y procesos tanto para la organización, como para el usuario final, al no tener que hacer nada más que hablar, sin desplazamientos.

Este sistema es una evolución de los softwares de reconocimiento de voz (los que se ocupan de que una máquina ejecute una orden, o de transcribir lo pronunciado a lo escrito), aprovecha el potencial de la voz como factor de autentificación irremplazable, personal e intransferible. Y es que analiza y detecta las vibraciones y ondas generadas por una persona al hablar, únicas por la composición fisonómica de los órganos del cuerpo que participan en ella: como resultado, cada uno de nosotros tiene un tono único.

Y como no hay dos voces idénticas en el mundo, al igual que no hay dos huellas dactilares o dos iris totalmente simétricos, puede ocurrir que en caso de un resfriado o del envejecimiento, la voz original varíe. Sin duda, uno de los rasgos que han definido el reconocimiento de voz actual es el Machine Learning, permitiendo identificar estas variaciones y entrenando al sistema a detectarlas.

En Veridas podrás acceder a las últimas soluciones en biometría de voz para, por ejemplo, comparar dos audios e identificar, con tan solo tres segundos de grabación, la identidad de la persona que habla en cuestión de milisegundos. Esta tecnología biométrica, basada en IA, tiene la ventaja de que se centra en los rasgos de la voz y no en el contenido, permitiendo una precisión altísima a la hora de identificar al hablante.

De esta manera, esta solución sirve para prevenir el fraude a las empresas, gracias a una verificación sin fisuras; consigue optimizar costes, al reducir los tiempos por llamada a una media de 30 segundos, y mejora la experiencia del usuario, al unir los rasgos únicos en la voz de cada persona en su contraseña y método de identificación.

Y aún es solo el comienzo de la era del reconocimiento de voz, porque gracias a las mejoras que se introducen constantemente en este ámbito, en pocos años los avances tecnológicos permitirán perfeccionar la interpretación de vectores biométricos con una precisión total y gracias a una mayor base de datos que permita comparar un número aún mayor de pistas de audio.