Introducción
La cantidad de procesos y gestiones que realizamos de forma digital aumenta de manera imparable. Esto supone multiplicar la capacidad de abordar nuevos clientes en cualquier lugar y momento, y de crear soluciones impensables que permiten a las compañías ramificar sus unidades de negocio e ingresos.
Para que esta tendencia siga en aumento de forma fiable y segura, la verificación de identidad de los usuarios se ha convertido en el paso crítico para la mayoría de trámites o transacciones que realizamos en remoto, y también presencialmente.
Hablamos de gestiones como el alta de nuevos clientes, los procesos de pago, autorizar una compra, hacer una transferencia, pagar la entrada de un concierto, acceder a un estadio, etc. Porque todos estos trámites cotidianos no se pueden hacer en remoto sin saber, con la máxima certeza, quién es la persona que está al otro lado de la pantalla.
Así lo han entendido desde hace cinco años las principales entidades financieras de México, Colombia, Argentina y Perú. El mejor ejemplo es cómo han conseguido hacer la vida más fácil a sus clientes gracias a la tecnología biométrica.
BBVA ha obtenido cientos de miles de nuevos clientes de forma remota gracias al onboarding digital que consigue una alta en menos de un minuto con un simple selfie. Y también ha permito a más de 50.000 pensionados mexicanos dar una prueba de fe de vida para poder cobrar su pensión con una sencilla llamada de teléfono en la que el banco autentica la identidad real de cada cliente con solo 3 segundos de su voz, en cualquier idioma, incluso de los dialectos del país y desde cualquier dispositivo telefónico.
Los casos de éxito tienen un impacto muy potente en las empresas (permite abrir nuevas cuentas desde cualquier lugar y en cualquier momento en menos de un minuto), la inclusión financiera de personas mayores o grupos sociales desconectados con la tecnología, y en el impacto medioambiental (ya no hace falta acudir en un medio de transporte a una sucursal física para abir una cuenta bancaria o dar fe de vida para cobrar la pensión).
La tecnología biométrica se sustenta en un triángulo mágico: blindar la seguridad en los procesos de identificación, eliminando el riesgo de robo de contraseñas y clases (porque ya no se necesitarían); aumentar el beneficio económico de las empresas, optimizando costes haciendo más eficientes los procesos, alcanzando incluso funnels de conversión cercanos al 90%; y mejorar la experiencia de los usuarios convirtiendo los procesos de identificación y verificación de la identidad en trámites ágiles, cómodos y sencillos.
"Con los métodos de autenticación que aún se usan, de algo que el usuario sabe, como las contraseñas, o de algo que el usuario tiene, mecanismos de doble factor de autenticación, nunca se podrían alcanzar estas cifras de operaciones con el nivel de seguridad y de experiencia de usuario que se espera en el siglo XXI".
Mauricio Guijarro, Sales Vice President of Americas de Veridas
Sin embargo, gracias a la tecnología biométrica basada en inteligencia artificial ya podemos realizar cualquier gestión o transacción mediante la biometría de manera privada, segura y voluntaria.
Pero en el siglo XXI también es necesaria la seguridad tecnológica. Por eso son más que nunca necesarias las certificaciones de estas tecnologías biométricas realizadas por organismos independientes que aseguren la calidad de las mismas, como lo hace el NIST (National Institute of Standards and Technology) en Estados Unidos; y que la regulación de los estados proteja la seguridad de la información ( ISO 27001), la protección de datos (Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares de México, la Ley 1581 de 2021 de Protección de datos personales de Colombia, la California Consumer Privacy Act, o el Reglamento General de Protección de Datos de Europa), exija técnicas antifraude certificadas (ISO 30107-3) o cumpla con normativas, como la CNBV, que apliquen a estas tecnologías.
El avance que ha habido estos años en la tecnología, protección de datos y seguridad de la información nos permite confirmar que hoy sí podemos ofrecer nuevas experiencias omnicanal, sin fricciones y seguras. Así lo demuestra la confianza de los más de 100 clientes que ya trabajan con nuestras soluciones, como Deutsche Telekom, Caixabank, Ventocom, BBVA, Mapfre, Acciona Mobility, Repsol o Prosegur, repartidas en 14 países de todo el mundo.
Publicado en iupana.com